La Didáctica de las Ciencias y el Paradigma de la Complejidad

El actual modelo de social, que da prioridad a lo económico y en el cual la ciencia ocupa un papel fundamental, hace que el ser humano menosprecie la concepción del mundo, el entendimiento de las relaciones entre los mismos seres humanos y con la naturaleza. Ante esta situación el paradigma de la complejidad permite la vinculación entre un conjunto de valores éticos y cognitivos, una nueva visión del mundo y un modelo de acción. Ésta relación admite que enseñar ciencias en el siglo XXI promueva la construcción de un conocimiento coherente entre la ciencia compleja y una acción transformadora de la realidad (Bonil, Sanmartí, Tomás, & Pujol, 2004) .

Para Morín, el debilitamiento de la percepción de lo global conduce al debilitamiento del sentido de la responsabilidad y de la solidaridad que los seres humanos tenemos para con nuestro entorno.
Según Bonil, Sanmartí, Tomás, & Pujol (2004), La didáctica de las Ciencias tendrá que crear nuevos marcos teóricos y prácticos como:
- Desarrollar el pensamiento complejo en la observación y comprensión de la naturaleza.
- Incorporar la transversalidad.
- Enseñar las ciencias desde la perspectiva hologramática, es decir, plantear una ciencia que contextualice los objetos de estudio que sin aislarlos de su entorno mantengan su especificidad.
- El paradigma de la complejidad incorpora en la didáctica de las ciencias considera la importancia de cuestionar los fenómenos de la naturaleza y buscar la respuesta por un engranaje entre el pensamiento y acción.
A modo de conclusión puede afirmarse que asumir el paradigma de la complejidad desde la didáctica de las ciencias constituye una opción ideológica. Plantea la necesidad de abordar unos contenidos, acordes con el modelo de ciencia actual, que posibiliten una visión y una gestión alternativa del mundo. Constituye un compromiso de la didáctica de las ciencias para formar, desde las ciencias, ciudadanos y ciudadanas comprometidos en conocer y gestionar los problemas relevantes del mundo en que viven, con el fin de que toda la ciudadanía pueda acceder a una vida más digna, satisfactoria y justa, en un mundo más equitativo y razonable.